El cumpleaños de Harry Potter nos recuerda que los libros infantiles no solo son para la infancia. Los leen adolescentes, adultos, personas mayores. Porque en ellos encontramos algo universal: la posibilidad de crecer, de imaginar, de creer que otro mundo —mejor, más justo, más emocionante— es posible.
Como escuela de escritura vinculada directamente al mundo editorial, acompañamos a quienes quieren formarse en este género desde la raíz: construyendo personajes memorables, diseñando estructuras narrativas que acompañen el crecimiento del lector, explorando temas complejos desde una sensibilidad adecuada, y sobre todo, aprendiendo a escribir libros que dejen huella.
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