Su carrera literaria comenzó en 1994 y desde entonces ha sido considerado como uno de los autores más importantes de su generación.
«Un narrador fuera de serie.»
Delphine Peras, Lire
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LITERATURA E HISTORIA
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Biografía
Jordi Soler nació en 1963 en La Portuguesa (Veracruz, México). Es autor de dos libros de poesía y trece novelas, traducidas a varias lenguas. Desde Bocafloja (1994), su primera novela, se convirtió en una de las voces literarias más importantes de su generación. Entre sus novelas destacan Los rojos de ultramar (2004), Diles que son cadáveres (2011), Ese príncipe que fui (2015), El cuerpo eléctrico(2017) y el relato en doce cuadros Usos rudimentarios de la selva (2018). Los hijos del volcán (2022) es su última novela.
Durante diez años, de manera paralela a su trabajo de escritor, hizo programas de música y literatura en dos de las estaciones de radio más influyentes de México. Luego fue diplomático en Dublín y ahora vive en Barcelona, la ciudad que abandonó su familia al término de la Guerra Civil. Es colaborador habitual en varios diarios y revistas. Es caballero de la irlandesa Orden del Finnegans.
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Una novela intensa e impactante sobre el contraste entre civilización y barbarie.
«Él era el puente entre el pueblo y la montaña, pertenecía a los dos mundos.»
Tikú, el hijo del caporal de la plantación cafetera La Portuguesa, siente desde niño en su interior una fuerza desconocida y brutal que marca toda su vida. Es la voz de adentro, que a ratos asume como propia y cuyos mandatos de muerte y destrucción resultan imposibles de ignorar. La selva, que parece querer engullir todo lo que la rodea, marca un destino descivilizador para Tikú: tras abandonar primero La Portuguesa y luego su trabajo como maestro, lejos de los suyos y solo acompañado por un coyote y por los santos que protegen los cuatro rumbos de la montaña, se acerca cada vez más a la tribu ancestral y misteriosa que puebla las zonas más secretas de ese territorio agreste y hostil: los hijos del volcán.
Con una prosa precisa, deslumbrante y sensorial, Jordi Soler vuelve en esta novela a ese espacio tan personal de la selva veracruzana, y relata un mundo de aliento mítico, violento y lleno de supersticiones en el que no parecen regir otras normas que las que impone la naturaleza.